No se si os he contado, que hace muy poquito me he cambiado de casa, me he ido a vivir un poquito mas lejos de la ciudad, por que me encanta la vivir en la montaña, y así tener un poquito mas de intimidad, porqué mis vecinos ya se habían aficionado mas de la cuenta, a mirar todo lo que estaba haciendo en casa, así que en unos de los últimos días en la casa decidí pasarlos al lado de la chimenea que siempre me calienta.

 

 

 

Encima lo acompañe con un par de copas de vino, bueno la que dice un par, dice que toda la botella jijijiji, así que como os podéis imaginar, iba un poco contenta, y note que la ropa ya empezaba a molestarme, que un calor muy intenso salia de dentro de mi cuerpo, y que entre mis piernas empezaba a humedecerse mi coño.

 

 

 

Pronto mi ropa interior salio volando, y empecé a acariciarme mi dulce coñito que ya estaba muy húmedo, mientras seguía veviendo un poco mas de vino, que hacia que aun me pusiera mas caliente, ya no podía dejar de tocarme, acariciarme, penetrarme, abriéndome cada vez mas de piernas para poderme follar mas profundo.

 

 

 

No se que me paso, estaba como loca, desnuda tumbada en el suelo, desnuda mojando con mis fluidos todo lo que estaba a mi alrededor, no podia parar de darme placer, follándome ahora mi culito que también quería su parte de sexo, a ese ritmo no tardé mucho en correrme, gritando desesperadamente dando de que hablar por ultima vez a mis vecinos.

 

 

 

 

<< Volver